Poco a poco, por fin se acerca el buen tiempo: los días se hacen más largos, apetece salir a la calle... y el sol se pone a trabajar a pleno rendimiento, actuando sin piedad sobre tu piel. Durante el verano, se ve expuesta a muchos agentes agresivos como la radiación ultravioleta, el cloro o la sal, por eso es tan importante prepararla a conciencia.
María José Isarría, Dermatólogo del Instituto Médico Láser, nos ha dado las pautas para que nuestra piel esté a punto para la exposición al sol. A nivel externo, las claves son exfoliación, hidratación y protección solar, "al menos un SPF 15". Respecto a la exfoliación, la doctora considera que es totalmente fundamental, ya que "la capa córnea de la piel acumula capas de células muertas durante el invierno en todas las zonas que van cubiertas. Un exceso de células en la capa córnea se traduce en falta de luz en la piel. Esto se debe a que la piel entonces tiene a nivel microscópico irregularidades de textura que impiden que la piel refleje la luz, por eso la piel tiene un aspecto apagado", afirma.
Por otra parte, a nivel interno, la doctora recomienda ayudar al cuerpo, por un lado, con sustancias que preparan la piel para el bronceado, como los alfa y betacarotenos, y, por otro, con sustancias que la reparan, como los ácidos grasos omega 3.